20080925

e s p e c t á c u l o


Y tú,
cruzando la acera
que es guión entre los dos,
mojada y ansiosa de pasos;
la hieres, pisandola.
Como hieres a mi vista,
cuando tu boca se alarga
y desprende sonrisa.



Que es el brío
con el que andas las calles,
el mismo con el que me miras
y arrasas los vientos.
Hedoroso de temor,
pero tu al placer le salvas
para regalarlo noches en las que
la almohada de ti queda fria.



Ni los humedos labios,
ni las palabras vomitadas.
Ni el olor del cafe flotando,
en las azules despertadas mañanas
ensimismadas de ti, y de mi.
Ni el narcisismo entre nuestros,
blancos y delgados pies.






A Luis Garcia Montero e Ivan Ferreiro.
Y lo que hicieron de mi y mis parrafos,
cuando susurraba sus palabras y sus mas bellos versos.

5 comentarios:

  1. ¡Hola niña estúpida que deja volar los globos!

    He editado diez mil veces la entrada de Kerouac, no sé en qué estado la has visto jajaja.

    Oye, que muchísimas gracias por pasarte por el Blog al estar el Flog lleno (me siento imbécil hablando así). Es un detalle :)

    Es genial que compartas tu gusto por la fotografía.

    ¡Un saludo al obturador!

    Me encantó:

    (...)

    "Ni los humedos labios,
    ni las palabras vomitadas.
    Ni el olor del cafe flotando,
    en las azules despertadas mañanas
    ensimismadas de ti, y de mi.
    Ni el narcisismo entre nuestros,
    blancos y delgados pies."

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  2. Todos vuelven al principio si te fijas
    mi rap sólo es polvo de zapas viejas.

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  3. "Popuflog" jajajajajajaja, me superaste con la jerga internetera; ¡me puedes!

    Y aunque lo de Chanán no sea internetero, también me pudo, ¡sos linda cutreluxe!

    ¡Irá bonit! Te deseo lo propio.

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  4. Aunque lo parezca, no tengo ni idea de catalán, sólo me comí la O... xD

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  5. Entonces estás en el ciclo correcto.
    Algo así como:

    http://mix.fresqui.com/files/images/armadillo+lizard.jpg

    (No sé si se pueden ponder imágenes en los comentarios de los blogs, soy nuevo aquí.)

    Y te aseguro que ese bicho existe de verdad en la actualidad. Es fascinante. Un ouróboro de carne y hueso.



    Me escondo para volver
    como escáleras mecánicas.

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