20081013

cada.uno.en.su.lugar


No son las mandibulas rotas de cansancio, aquellas que explicaron cien versos en un alarido. Ni las comas que separan las almas, ni las palabras silenciosas en el papel. Son los intercambiados andenes en tu boca y en la mia, mientras tu, callada, asientes tristeza y melancolia.
Peor el sentimiento de saber que obligada el pasado me amarra, y asi, abriendo los labios mas de una vez destrozamos caras y latidos. Que vomitastes asistoles llorando, a aquellos que creyeron amarte y no puedieron. Callar, tragar y asimilar. No mastiques las heridas. De mi virtud tu delirio, y de mi defecto todo lo nuestro. De mi virtud tu delirio, y de mi defecto todo lo nuestro.
[...]

1 comentario:

  1. ¡Aún llueve por ahí! ???

    Aquí pasó de todo con la lluvia y el viento. Casi tengo que ir a por el pan en canoa.

    Es genial ésto, Amiga: "De mi virtud tu delirio, y de mi defecto todo lo nuestro. De mi virtud tu delirio, y de mi defecto todo lo nuestro."

    ¡Muchos besos!

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