20081225

No soy tan joven como para saberlo todo

Corrió la sangre en tus calles; pero dime si alguna vez tu consciencia no te hizo certera, dime si alguna vez tu consciencia no te hizo dormida. No despiertes en aullidos, aun gritando en entrañas se hará leve y ligera la sucia carga. Llama, porque al colgar se oirá en la nada el sonido de la interrogación, de las mil preguntas que tu inválida e incrédula mente hará; llama, porque al otro lado espera sentada la esperada ausencia, colgada, con el pelo al viento y austera.

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